Menú De La Vega Campestre

La bandeja paisa es mucho más que un plato: es un emblema de la gastronomía colombiana y un reflejo de la abundancia de la región. Servida con fríjoles, arroz, chicharrón crocante, carne molida, huevo frito, plátano maduro, arepa, aguacate y chorizo, es una explosión de sabores que representan la tradición antioqueña y el espíritu generoso de nuestra tierra. En cada bocado se saborea la calidez de Colombia y el orgullo de su cultura.

Los medallones de cerdo son una muestra de la cocina colombiana que combina tradición y modernidad. Preparados con cortes tiernos y jugosos, sellados a la perfección y bañados en salsas que realzan su sabor, se sirven acompañados de guarniciones típicas como arroz, papas y ensaladas frescas. Este plato refleja la generosidad de la mesa colombiana: abundante, cálida y hecha para compartir. Una experiencia que une el sabor auténtico con el confort de lo campestre

La chuleta valluna es un clásico de la cocina del Valle del Cauca y uno de los platos más queridos de Colombia. Preparada con una jugosa pieza de cerdo empanizada y frita hasta lograr un dorado perfecto, se acompaña tradicionalmente con arroz blanco, papa frita o en puré, ensalada fresca y a veces tajadas de plátano maduro. Su crocancia y sabor la convierten en un verdadero símbolo de la gastronomía valluna, reflejando la alegría, el sabor y la abundancia del suroccidente colombiano.

La picada para dos es la forma más deliciosa de compartir los sabores típicos de Colombia en una sola bandeja. Una combinación irresistible de carne de res, cerdo, pollo, chorizo y chicharrón, acompañados de papa criolla, papas a la francesa, patacón, plátano maduro, tomate, arepa y limón. Un festín abundante que refleja la tradición de reunirse alrededor de la comida para disfrutar, conversar y celebrar. Hecha para compartir, perfecta para disfrutar en pareja o con amigos

La trucha gratinada es uno de los platos más tradicionales del Eje Cafetero y de las zonas de montaña de Colombia. Preparada con frescura inigualable, nuestra versión se sirve con un toque de queso fundido que realza su sabor suave y delicado. Este plato no solo es una delicia gastronómica, también es un símbolo de la riqueza natural de nuestros ríos y del vínculo entre la cocina típica y el paisaje cafetero. Una experiencia que conecta con la tradición y el sabor auténtico de Colombia